Mario Benedetti nace en Paso de los
Toros, en el departamento de Tacuarembó,
Uruguay en 1920. Es actualmente considerado uno de los escritores más
importantes de la literatura nacional y latinoamericana, con una obra prolífica
que abarca desde la novela, el cuento, poemarios, ensayos y la dramaturgia.
Fue integrante de la generación del
45, una generación de escritores, pintores y músicos especialmente destacados
que influyeron fuertemente en el ámbito artístico del momento y aún hoy son de
gran importancia por su contribución a la identidad artística uruguaya, de este
grupo podemos destacar a Idea Vilariño o Juan Carlos Onetti, entre otros.
Trabajó
para el semanario Marcha en redacción y luego pasó a desempeñar el cargo de director literario
hasta 1974 cuando dicho semanario es clausurado por el gobierno dictatorial de
Juan María Bordaberry. Su trabajo en este semanario así como su actividad
política al fundar el “Movimiento de independientes 26 de Marzo”, junto a
miembros del “Movimiento
de Liberación Nacional-Tupamaros”, que pasa a formar parte de la
coalición de izquierdas “Frente Amplio”, y su oposición al gobierno
dictatorial, se ve obligado a exiliarse en Buenos Aires, Argentina y luego a
Madrid, España. Después de 10 año regresa a Uruguay, 1983, en donde continua su
actividad literaria.
Fallece
en 2009, sus restos son velados con honores patrios en el Salón de los
Pasos Perdidos en el Palacio Legislativo y por este hecho se
decreta en Uruguay duelo nacional.
Sobre
el haiku:
Es un tipo de poesía propiamente
japonés, que consiste en 3 versos, de 757 sílabas, aunque también existen otras
métricas asociadas al haiku. Su origen se puede rastrean al siglo XVI,
deviniendo de otras métricas como katauta o el haikai.
La construcción de un haiku está basada
en la emoción profunda producida por la contemplación de la naturaleza, se ha
vinculado a la doctrina zen a través del aporte creativo de Matsuo Basho.
Haikus
a la uruguaya:
En esta obra conformada por 224
haikus originales, Benedetti no se ha propuesto imitar a los poetas japonenses,
sino solamente ajustarse a la estricta métrica 575, pero apartándose de las temáticas
típicas. Acudirá a sus propias inquietudes, a los paisajes más típicamente occidentales
y a sus propios sentimientos.
“Ahora, con el perdón de Bashoo, Buson, Issa y Shiki,
ya considero al haiku como un envase propio, aunque mi contenido sea inocultablemente
latinoamericano.”
Debido a la brevedad de cada pieza
este poemario constituye una lectura rápida y amena, aunque en su simpleza
algunos haikus te atrapan obligándote a la relectura debido al peso estético
que poseen.
9
Pasan misiles
ahítos de barbarie
globalizados
10
Después de todo
la muerte es solo un síntoma
de que hubo vida
16
Hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio
20
Cada suicida
sabe donde aprieta
la incertidumbre
41
El exiliado
se fue adaptando al
tedio
de la nostalgia
80
Fiebre de oro
y en las calles y
campos
barro y mendigos
129
Templo vacío
los viejos santos
juegan
un solitario
145
Todo arrabal
tiene lujos de pobre
miserias ricas
187
Si me torturan
no diré nada nunca
dijo el cadáver
213
Un pesimista
es sólo un optimista
bien informado
Finalizando:
Es un hermoso poemario, con algunas
piezas más nostálgicas, otras críticas y otras más luminosas. Tocando temáticas
propiamente latinoamericanas y más concretamente uruguayas como lo es el suicidio,
el pesimismo, la tortura o el exilio, sin descuidar el amor.
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